LOS NOGALES HÍBRIDOS PARA PRODUCCIÓN FORESTAL SON SELECCIONADOS Y TIENEN LA CATEGORIA DE MATERIAL DE REPRODUCCIÓN CUALIFICADA

Cuidados específicos del nogal híbrido:

· La preparación de los suelos antes de plantar:

1) realizar un buen subsolado cruzado y eliminar los restos de raíces es fundamental para la posterior sanidad de la plantación,

2) mejorar la estructura con un aporte de materia orgánica es aconsejable así como equilibrar el suelo en elementos minerales con un adecuado abonado de fondo.

· El aporte hídrico:

1) Un buen riego de plantación es imprescindible,

2) y en la gran mayoría de las potenciales zonas españolas de plantación el soporte hídrico durante el período vegetativo también (se precisan más de 700 mm anuales de pluviometría). Los árboles no deben sufrir estrés hídrico para tener un crecimiento regular.

Lugares propios para su cultivo pueden ser terrenos agrícolas con suelos frescos y profundos, terrenos de vega, praderas o márgenes de tierras agrícolas entre otros.

El material vegetal:

Hasta el momento se está demostrando que los materiales más adaptados a estas condiciones de producción son los híbridos entre especies de Juglans. Distintas especies de nogales existentes en el mundo han mostrado su capacidad de cruzarse naturalmente. El resultado es la obtención de material híbrido, conocido como Juglans intermedia, que se caracteriza por un gran vigor, el vigor híbrido, y una muy baja o incluso nula capacidad de producción de fruto. Este comportamiento que favorece abiertamente el desarrollo vegetativo supone una valiosa virtud para la producción forestal.

Las semillas de nogal hibrído Coral Mj209 x Ra3 y Ng23 x Ra4 son controladas por IRTA ESPAÑA.

El vigor característico de estos materiales aconseja efectuar plantaciones a un marco de 5 m x 5 m, que son 400 árboles por hectárea. No hacen falta marcos de plantación superiores a 5 m x 5 m salvo la estructura de sus terrenos.

La formación de los árboles:

La poda de formación en este tipo de explotación forestal es imprescindible. Los árboles deben conseguir su fuste definitivo durante los 6-7 años primeros años de plantación.

La intervenciones deben realizarse en invierno para eliminar las ramas lignificadas mal colocadas, en primavera si se precisa recuperar la dominancia tras daños ocasionados por heladas tardías, y en verano, cuando disminuye la velocidad de crecimiento de los brotes, para eliminar las competencias que impidan al eje mantener su natural hegemonía. A partir del tercer año es aconsejable mantener el equilibrio de 1/3 de tronco por 2/3 de copa en altura y eliminar sistemáticamente las ramas con diámetros superiores a los 3-4 cm.

Los crecimientos deberán controlarse siempre con cuidado para evitar desequilibrios en particular en las zonas ventosas en las cuales la utilización de tutores puede resultar imprescindible.

La escasez de maderas de especies frondosas ha conducido a plantearse la producción más intensiva de estas especies y la realización de plantaciones forestales. La utilización de tierras agrícolas para este fin es relativamente reciente, Francia e Italia han sido los países pioneros. Los nogales (Juglans sp.) fueron unas de las especies elegidas en este tipo de explotaciones, algunas de ellas ya en fase de corta. En España las primeras plantaciones de nogal realizadas con esta concepción se remontan a 1994.

En este tipo de plantaciones forestales se pretende acortar el turno de producción pero en el caso de especies nobles, como el nogal, sin descuidar la calidad de la madera obtenida. El precio de la madera de nogal según la calidad del fuste tiene un amplio rango de variación que puede estar desde unos 600 €/m3 a 2.000 €/m3.

En una explotación de nogales de tipo intensivo, los objetivos de producción son:

1) un fuste mínimo de 3,5 m, libre de defectos,

2) un diámetro a 1,30 m (dbh) superior a 45cm,

3) un crecimiento regular de los anillos

4) y una edad aproximada a partir de 25 años para que la madera alcance su madurez.

Estos requisitos sólo se conseguirán con:

1) la utilización del material vegetal adecuado,

2) la aplicación de técnicas oportunas de formación de los árboles (durante los 5-6 primeros años),

3) y evitando situaciones de estrés hídrico o fitosanitario.